[gap height=»30″]El tabaco tiene efectos dañinos sobre nuestros dientes y encías que conviene recordar en un día como hoy
31 de mayo, Día Mundial sin Tabaco
A estas alturas de película no hace falta decir lo dañino que es el tabaco para nuestra salud, el consumo de tabaco es la causa prevenible del mayor número de muertes en el mundo, sorprendente, ¿verdad? Por ese motivo, el Día Mundial del Tabaco se celebra el 31 de mayo en todo el mundo y pretende que durante un día vivamos sin humo.
Pero pocas veces se hace referencia a lo perjudicial que es para nuestra boca, y eso es lo que nos gustaría contaros hoy.
[gap height=»30″]Efectos del consumo de tabaco en la salud de nuestra boca
Lo primero que os vendrá a todos a la cabeza será el cambio de color de nuestros dientes. Tan sólo es un problema estético pero a todos nos gusta tener los dientes lo más blancos y relucientes posibles, de ahí que usemos pastas dentífricas blanqueantes y nos sometamos a tratamientos de blanqueamiento en el dentista.
[gap height=»15″]Algunas de las consecuencias menos serias del consumo de tabaco son éstas.
- Reducción del gusto: Como no fumador y alguien que disfruta de la magnífica gastronomía de nuestro país y otros, no me imagino no disfrutando de una buena comida porque el tabaco ha anulado ese sentido.
- Halitosis: Por desgracia, algo que sufren más los demás que el propio fumador y no es nada agradable para nadie.
- Pérdida de brillo y oscurecimiento de los dientes: Son la nicotina y el alquitrán los causantes de esto, lo que a la vez hace que se produzca más sarro y derive en un problema periodontal.
- Presencia de llagas o irritaciones en la boca: ¿Quién no es capaz de sobrellevar el dolor de una llaga? ¿Y si son frecuentes? Algunas llegan a ser muy dolorosas y hasta desembocar en un carcinoma (una forma de cáncer).
Éstas otras ya son más serias.
- Caries: El consumo de tabaco hace que el diente pierda su soporte quedando la raíz al descubierto, zona muy sensible a las caries. Los fumadores también segregan menos saliva, la que ayuda a proteger la placa dental.
- Problemas periodontales: Los fumadores tienden a presentar unas bolsas periodontales más profundas y una pérdida de inserción del diente más grave que los no fumadores. Como comentábamos antes, al perder soporte óseo, los dientes parecen descarnados y con una estética de alguien mucho mayor a la edad real del fumador. Además, se pierde esmalte y, a la larga, los dientes.
- Implantes dentales: El fracaso en los implantes dentales es muy superior en pacientes fumadores debido a la pérdida de masa ósea causada por el tabaco. El fracaso en la integración del implante también es superior en fumadores con la molestia que conlleva tener que retirar el implante rechazado, la colocación de uno nuevo y la espera de otros tantos meses hasta que suelde el nuevo. El riesgo de fracaso de un implante en pacientes fumadores es el doble que en pacientes no fumadores.
- Recuperación de cirugía: El hábito de fumar hace que dichos pacientes cicatricen más lentamente que los no fumadores, haciendo que el riesgo de infecciones durante ese proceso sea mayor y la recuperación más dolorosa al requerir más tiempo la herida en cicatrizar. Debido a este motivo, los dentistas a veces nos vemos obligados a no recomendar determinados tratamientos que en caso de llevarse a cabo en un paciente no fumador sería más adecuado.
- Cancer oral: Sin duda el problema más serio causado por el consumo de tabaco. Unas 2.000 personas al año sufren cáncer oral en España y de ellos sólo la mitad sobreviven tras detectarse. Otros hábitos, como una higiene dental deficiente y el consumo de alcohol hacen que la probabilidad de que un fumador desarrolle cáncer oral se multiplique por 40 y degeneren, también, en cáncer de esófago. Pero no nos olvidemos del cáncer de labio, de la cavidad oral, faringe, laringe y esófago.
Como resumen decir que 9 de cada 10 pacientes con una respuesta inadecuada al tratamiento son fumadores.
[gap height=»30″]Qué debemos hacer para prevenir determinados problemas
Sin duda, dejar de fumar es La Solución, con mayúsculas. Pero dado que la inmensa mayoría de los fumadores hacen caso omiso a esta recomendación, estas otras pueden ayudar.
- Una buena higiene dental cepillándonos los dientes 3 veces al día
- Usar enjuague y seda dental (o irrigadores)
- Usar productos que ayuden a reducir la halitosis, hay innumerables en el mercado